De acuerdo al columnista del periódico El Universal, Javier Tejado Dondé, la variante de COVID-19, ómicron, fue traída por los miles de turistas que llegaron al puerto de Acapulco en la reciente temporada vacacional de invierno.
Según los reportes, Acapulco tuvo una ocupación hotelera del 74.2%, en donde además de turistas nacionales, se recibieron vuelos internacionales provenientes de Estados Unidos, país en donde los contagios han tenido un repunte estrepitoso.
De acuerdo a las cifras que se tienen en el puerto, del 28 de diciembre a la mañana del día 31, los laboratorios públicos y privados que reportan las pruebas a las autoridades, registraron 6 mil 500 casos positivos, es decir, más de 2 mil cien casos nuevos al día.
Existen laboratorios que no reportan datos a las dependencias gubernamentales correspondientes, por lo que se presume que la cifra sea mayor, lo alarmante es que estos datos no están siendo dados a conocer por la Secretaría de Salud Estatal ni por el municipio, para no generar un ambiente de pánico en la población y en los visitantes.
Las cifras oficiales marcan únicamente 82 casos activos con hospitalizaciones a la baja, lo que permite mantener el semáforo en verde para no afectar la ocupación hotelera.
En cuanto a los contagios en países como Estados Unidos o Reino Unido en donde las vacunas se han aplicado de manera rápida y eficiente, se ha detectado que las hospitalizaciones han incrementado, en cambio en México el esquema de vacunación continúa lento y es por ello que Acapulco será uno de los termómetros que medirán la letalidad de la variante según lo escrito por Tejado Dondé.
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